04- Un día complicado

Si, hoy comencé todo mal. Los días martes no me agradan, pero este sobrepasó los límites de lo aceptable de esos días. Los lunes hablás de lo que hiciste el fin de semana, de lo que querés hacer el próximo. Los miércoles tratás de arreglar con un amigo para hacer algo porque es "mitad de semana, y hay que ponerle onda". Y los jueves y  viernes ya se palpitan como fines de semanas, son esos sábados adelantados.
Pero, decime, los martes... que hacemos los martes?? Ya estás pensando en las cosas que tenés que hacer, el fin de semana ya pasó y para el próximo falta mucho. Son esos días donde te despertás ya cansada. Y hoy no fue la excepción.

Amaneciendo, aún soñaba; pero estaba teniendo un sueño fuera de lo normal. Soñaba que llegaba tarde, no sé a dónde ni por qué, pero tan sólo me veía a mi en esa situación que no me agrada tanto. Desperté y en realidad el sueño no era raro, sino que se había transformado en un sueño premonitorio. Eran las 8:30!  A la facultad entraba a las 8 am ese día. Aparte, no era un día común, tenía un examen muy importante a esa hora. Iba a llegar tarde! Reprobaría, y volvería a cursar la materia todo el año.

Me negaba a que aquello sucediera. Me levanté de un solo salto, me vestí con la primera muda de ropa que encontré y salí corriendo. Agarré un paquete de galletitas de la cocina, de esas que tienen una sonrisa que contagian, y caminé hacia la parada del micro. Este llego a los pocos minutos, me subí y mientras que viajaba, comía, ahogando mis nervios y ansias por el examen que estaba a punto de tener.

Llegué tarde, como esperaba. El profesor milagrosamente me dejó rendir. Me quedaba la mitad del tiempo que dejan para rendir la materia más complicada del año. Estaba muy nerviosa, me sudaban mis manos, no entendía las consignas. Traté de relajarme e hice cómo pude la prueba. Admito que sólo llegué a hacer la mitad de ella, pero no sé...Espero que el profesor se ilumine al momento de corregirla y me la apruebe. Saltaría en bungie de felicidad, y eso que tengo vértigo!

Pero, esperen, no todo terminaba allí. Debía cursar hasta las 8 de la tarde. Fue un día interminable y cansador. Volví a mi casa agotada, sin ganas de nada. Pero, afortunadamente para mi escasa voluntad, mi mamá me pidió, más bien obligó, que llevara a Joaco a un cumpleaños que tenía.
Yo tan sólo quería llegar y relajarme acostada en el sillón, viendo una película o escuchando música, pero no... Tuve que llevar a mi hermanito a ese cumple.
Hasta busque en el gps el lugar, no sabía cómo llegar! Era en una quinta a unos 30 km de mi casa... Demasiado lejos. Pero eso no era todo, ya lo había dejado disfrutando con sus amigos en esa fiesta, sino que debía volver al par de horas a buscarlo.

Siendo las 11 de la noche caí muerta a la cama, no quería saber nada más, sólo deseaba dormir.

Pero, a las 4am, el teléfono sonó...

Del otro lado, una voz que, entre sollozos y lágrimas, confundía lo que trataba de decir. Era mi amiga Katy, totalmente en estado de shock...
Su padre, el gran político y millonario de Suiza, el que nunca apareció ni llamó después de que ella cumplió un par de años...
Su padre, el que le dejará una herencia multimillonaria, y del que nadie sabe, excepto su madre, su gata y yo...
Su padre, el misterioso pariente, había llamado... y le había dejado una propuesta muy interesante...

Cuál será? Qué le habrá dicho su padre? 

En la próxima revelaremos todo sobre ello.

Nos vemos, Ale!