Terminaron las vacaciones, comienza la rutina del año. Despertarme temprano, llevar a Joaco a la escuela e ir al gimnasio.
Joaquín es mi hermanito menor. Lo quiero tanto pero a veces se transforma en un pequeño monstruo de 10 años que no para de molestar.
Todos los días aprovecho que él entra a la escuela a las 8 am. para ir al primer turno del gimnasio y hacer rendir el día. Voy a la facultad a la tarde, y después de ir toda mi vida a clases en la mañana, en realidad me cuesta hacer todo lo que debo hacer en el día.
El año pasado, opté por ir al gimnasio a las 8 de la mañana con Katy. En realidad, es lo más acertado. Nos despertamos, hacemos el ejercicio diario necesita nuestro cuerpo para estar saludable, y aún así nos queda el resto de la mañana, hasta las 13 que nos vamos a la facultad, para cumplir nuestras obligaciones, tareas, o simplemente descansar o pasar un tiempo libre.
Y si notaron, voy con Katy. Qué más puedo pedir!? Es lo mejor. Cada mañana antes de saludarnos, nos reímos a carcajadas de tan solo vernos. Expresiones de sueño mezcladas con pocas ganas de hacer ejercicio, y como en toda actividad matutina, estamos agraciadas de poseer la presencia de... las infaltables ojeras.
Pero nos alegra el día. Es una hora de continuas carcajadas. Cada cambio de ejercicio es comienzo de una nueva charla, chusmerio, o simplemente risas... risas de ver nuestras caras de sufrimiento cuando hacemos mariposa, glúteos o levantamos mancuerdas.
Deberían pagar para vernos ir al gimnasio. Somos las personas menos deportivas del mundo; pero no nos molesta, igual vamos y nos divertimos...
Nuestra hora de salida es las 9 am. Hacemos todo rápido, entre risas y charlatanería, y seguimos cada una con su rutina.
Yo sé volver a mi casa, estudiar y ayudar un poco en el orden del hogar. Cómo me molesta esta frase: el orden del hogar. Mi mamá se ha empeñado en que cada uno haga una tarea determinada. Hasta tiene una pizarra para coordinarnos! Es muy perfeccionista y meticulosa, a veces hasta asfixiante. Mi viejo, en cambio, no. Él es la persona más tranquila que existe, puede estar ocurriendo un terremoto que a él no se le va a mover un pelo. Siempre camina con su inagotable paciencia, te habla lento. No es la persona adecuada para buscar si ocurre una emergencia. Pero, son mis padres, se complementan de manera estupenda y después de 25 años de casados aún se quieren.
A veces no me dejan ni respirar en paz, me critican todo lo que hago. Otras veces ni me hablan, parecen zombies que caminan en sus propios mundos, sin mirar alrededor. Pero no todo es malo, o lo ha sido; he pasado estupendos momentos con ellos. Vacaciones inigualables que en otro momento les contaré y entraré en detalles...
Ya siendo cerca de las 13 del mediodía, me alisto, almuerzo rápido y me voy a cursar. Ya estoy en tercer año, tan sólo me queda uno para recibirme de profesora. Estoy muy feliz, pero cansada... Mi última materia termina a las 22 hs. Tengo de 20 a 22 hs "Filosofía de la antigua Grecia". Es la materia más tediosa que conozco, y que además la hora y el cansancio del día no ayudan, siempre me termino durmiendo sobre el banco. El profesor me llama la atención todas las clases, ya me advirtió una vez que, si no cambiaba mi actitud, no me aprobaría el cursado. Otro año con "filosofía de no se qué antigua"? ni loca.
No sé qué haré con esa materia. Me canso de solo pensarlo.
Pero gracias a dios, cuando vuelvo a casa, puedo recostarme en mi cama, agarrar mi netbook y comenzar a escribir. Es tan liberador, tan mágico, que convierte hasta los días más grises en grandiosos y claros días.
A Katy le encanta pintar, y ese es su escape de las cosas que le preocupan o atormentan. Fede tiene su música y banda, él se resguarda en las hermosas melodías que compone.
Podés estar estudiando una carrera, estar en la escuela o tener un trabajo, pero toda persona debe encontrar ese pasatiempo que lo distienda, que le ayude a aclarar sus pensamientos y relajarse. Pintar, componer, bailar, escribir, correr... son hermosas actividades que hacen bien, y en especial, te hacen bien y feliz a ti mismo.
Encuentra tu pasatiempo, tu pequeña actividad liberadora, y crece junto a ella...
Mucha suerte, nos veremos en la próxima.
Ale.
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